
Mientras veía por la ventana como un par de pájaros pecho amarillo, jugaban con los espejos retrovisores de mi auto, recordé que usualmente no había celebrado tal día, pues desde muy pequeño mi padre no había estado para esa fecha.
De hecho, de no ser por el partido de la Selección y los comentarios contínuos de buenos deseos a los padres en su día, me habría olvidado incluso de felicitar a muchos padres que llevo en mi corazón y que sinceramente me han demostrado y enseñado lo que significa esa gran palabra.
Eso sí, vale la pena aclarar que posiblemente tendría que haber celebrado todos los días del padre...pues mi madre ha sido mucho más que una madre.
Vale la pena recordar, que aún cuando hay miles de mujeres que luchan solas y seguramente no pueden compartir todo el tiempo con sus hijos, tienen el amor de una madre y de un padre...y hasta una batería extra para los tiempos difíciles.
He tenido la dicha en mi vida de conocer padres increíbles...y hay uno que murió al lado de sus 4 hijos y con el que compartí muchos momentos...Melvin Lezama.
Melvin era un compañero de mi trabajo en el Centro de Distribución - bodega - en donde compartí varios años, escuchando sus palabras cargadas de la emoción del fútbol, otras tantas llenas del amor por sus niños, pues su esposa lo dejó con 4 hijos a cargo...y los sacó adelante como si fuera tarea sencilla.
Murió una mañana al lado de 3 de sus 4 hijos, debido a un infarto mientras dormía...y es un hecho que luego de haberse ganado la entrada a un buen lugar.
El Día del Padre o incluso cualquier día...será siempre bueno para demostrar amor a los que nos rodean, así que no esperemos una fecha, no esperemos un día o incluso una hora más para abrazar a ese hombre o mujer que ha sabido estar siempre ahí, sea o no nuestro padre o madre natural...sino que el o la que se ha ganado el derecho de un gran abrazo y un beso.