Sunday, October 07, 2007

La Edad de los Locos


Luego de un par de años un tanto religiosos donde "La Edad de Cristo" - fue la que definió estas vueltas a la tierra, llegó un año más en donde me siento mucho más libre, feliz y loco que lo que había estado años atrás.

Siempre he pensado que todos tenemos algo de locos, de hecho si no fuera así existiría un poco más de estrés en nuestras vidas.

Acaso no has disfrutado algún día de un hermoso día de lluvia, en donde lo que importa es mojarse.

Acaso no has dado un beso, sin saber si será bien recibido o te volverán la cara para el otro lado.

Acaso no has salido un día de viaje, sin planear ni alistar absolutamente nada, con el único fin de pasarla bien y cambiar de ambiente.

Acaso no has salido algún día a disfrutar de un delicioso dulce o golosina, tal y como lo hacías hace muchos años al salir de la escuela.

Acaso no has bailado sin ningún sentido, con la única intención de llenar tu vida de alegría, sin reparar si alguien te mira, sin recordar si sabes bailar.

Acaso no has contado en alguna reunión, una anécdota en la cual pasaste alguna verguenza o te saliste con la tuya.

Acaso no has hecho algo absurdo, con la única intención de quitarte las ganas de saber cómo era y de comprobar en carne propia lo que ya te había dicho.

Acaso no has gritado en un concierto o en un estadio, con todas tus fuerzas y sin tener nada que ganar, algunas veces apenas conociendo a quien gritas o el equipo que apoyas.

La vida está llena de locuras que nos hacen disfrutar y volver un poco a días pasados, de locuras que nos hacen poner los pies en la tierra y encontrar mucha felicidad.

De locos y de niños, cada persona tiene algo y ello provoca un balance entre las necesidades, responsabilidades, seriedad y el mismo caos que tantas veces vivimos en nuestros tiempos. Estamos bombardeados con publicidad, violencia, sexualidad, mensajes subliminales y tanta basura e información, que se nos olvida lo básico, lo que nos gustaba hacer, lo que nos alegra y nos hace sentirnos realizados como personas.

Si bien es cierto el trabajo es importante, es salud y es sentirnos realizados, productivos, llevar el sustento a nuestros hogares, cada día que pasa en mi vida me queda más claro que es simplemente un complemento y nunca un fin, ni mucho menos un estilo de vida.

No quisiera duplicar los años que hoy Dios me ha regalado, pensando de manera absurda que mis padres y un Ser superior me han puesto acá para ser un activo de una empresa, no quisiera nunca pensar que debo pasar más tiempo trabajando que el que podría compartir con mi familia o los hijos que quisiera tener. No quisiera pensar que el tiempo dedicado a hacer algo por lo cual tengo una retribución económica, sea mayor al que tiempo que podría ayudar en mi familia o fuera de ella, a tantas personas que tienen necesidad de ser escuchadas, de una palabra de apoyo o incluso de Dios.

Mi familia, mi novia, mi amigos y mis proyectos, son todo esa energía que me hace hacer cualquier otra cosa y me vuelvo aveces loco de felicidad cuando puedo calmar mi corazón, con minutos a su lado, cuando puedo encontrar tanta paz a mi alrededor, al sentirme rodeado de personas que me quieren y que de igual forma he encontrado en cada lugar que Dios me ha dado la oportunidad de conocer.

Parece ser que la locura se contagia y si es buena, el ser humano la acepta, la disfruta y avanza como una linda epidemia...hoy seguro estoy un poco más loco que lo estuve ayer y espero mañana estarlo aún más. Evitando que mi vida sea una constante, evitando que mis días pasen sin pensar en lo que me hace estar vivo, evitando que mi alma se sienta dueña del mundo cuando en verdad sólo soy una parte más de un rompecabezas en el cual me siento orgulloso de formar parte. Si Dios me da vida muchos años más, seguro vaya por un 45-50 por ciento de la misma, pero cada día me siento más dichoso de lo que me ha dado y no tendría cómo agradecer todo el calor y la locura sana y hermosa que me hace recordar a personas que tanto me han enseñado y que desde algún lugar en: El Salvador, Honduras, México, Colombia, España, Panamá, Venezuela, Argentina, Guatemala, Nicaragua, Suecia, Canadá, USA y hasta en China, deben saber que me importan mucho sus vidas y todo lo bueno y malo que pase en ellas...

La Edad de los Locos llega a casi todos, pero ojalá y siempre llegue dejándonos saber que la vida es un suspiro y debemos igual: bailar, cantar, jugar, reír, llorar y sobre todo amar...como si el día de mañana, fuera el último.