Saturday, October 12, 2013

Rafael...

Luego de un día normal de trabajo y de planificar un fin de semana, llegaste navegando por el internet y dejándome sin casi poder respirar...era un día en el cual lo más extraño o diferente parecía ser la cena que tendías horas más tarde y todo cambió.
Primero fueron tus manos, luego tus pies...con casi 5 meses apareciste y cambiaste mi vida, pasando a ser mi sueño, mi felicidad, mi ilusión y la razón por la cual Dios te trajo a mi vida.
Trajiste contigo muchas lecciones de vida, la primera el poder ser tolerante, el saber que debía ser aún mejor negociador de lo que había sido hasta ese preciso instante, de paso, me enseñaste de humildad y me alegraste la vida aún más.
Y llegó el día en que te iba a conocer, ya no de manera virtual, sino frente a frente...fue un día peculiar, posiblemente el más largo de mi vida hasta que aterrizaste y luego de ello, el más corto que he tenido, pues no quería dejar de verte...
Tu saludo fue una sonrisa...misma que pintaste luego en el regazo de tu abuela y en donde dejaste muy claro que tu encanto iba a darnos guerra...pero de la buena, de esa que te hace sonreír, de esa que muchas veces debes manejar para no perder el control, pero es la misma que te recuerda lo mucho que importas en nuestras vidas.
Tu tío fue mi compañero en ese día al aeropuerto y con su inteligencia y mesura, me dio mucha paz en un momento en el cual parecía que iba a salir en American Idol o The Voice (sin tener las cualidades de Dios para hacerlo).
De camino a casa, la parada obligada fue al trabajo de tu tía, la cual de inmediato exclamó: "cómo se te ocurre hacer el examen del ADN, si es igualito...recuerda que yo te cuidaba a esta edad (5 meses) y no hay duda que son idénticos." Ante lo cual le indiqué que no era yo quién había querido hacer dicha prueba, sino quien te había traído al mundo...y de paso, para evitar inconvenientes, accedí y por ello estabas ese día en tu segundo país.

Creo que tardé un par de semanas en poder entender lo que Dios quería de mí, al presentarnos de esa manera y hasta en esperar que la ciencia hiciera su trabajo...por solicitud de quien te concibió y no de tu padre que tenía claro que los genes que llevas están muy relacionados con los que me entregaron tus abuelos.
La segunda parada antes de ir al famoso examen (no precisamente académico), fue a almorzar en casa de tu abuela tica...misma que al verte creo que entendió que hay un plan divino en todo y que de ahí en adelante, tu y tu hermosa prima Catalina, serían los que le darían más luz a la vida de esta familia. De entrada, tu abuela se quedó sin palabras...creo que hasta con ganas de llorar de la emoción, pero se contuvo al menos por un rato...y eso lo negociaste muy bien con esa sonrisa que le regalaste al momento de que se sentó contigo y yo pude tomar esa foto que es la primera que tengo completa de ti en mi vida.
Y el día se agotó, luego de la visita a la clínica...salimos de nuevo hacia el aeropuerto, ibas ya más tranquilo luego de la muestra de sangre y de nuevo, lleno de sonrisas para la persona que tuvieras en frente...tu tío y tu padre regresaron como cuando dejas el alma y el corazón, guardada por algún tiempo...pero con la plena seguridad de que te volveríamos a ver. Creo que las únicas palabras que nos cruzamos en esos 40 minutos de regreso fueron: cómo se parece y qué lindo y gracioso es el famoso Rafa...mi madre nos esperaba deseosa de saber si todo había salido bien...y un día fugaz se apagó en ese regreso.
Pasaron 10 días luego de ese momento tan especial en mi vida y estando en el trabajo, recibí una llamada del doctor que me saludaba de la siguiente manera:
"Buenas tardes Sr. Durán, le habla el doctor"...por un momento pensé que era alguna cita del seguro que había ya programado y en un dos por tres, capté que se trataba de algo mucho más importante.
Posterior a ello, el muy gracioso doctor me preguntó en un tono un tanto seco cuál era el resultado que esperaba...ante lo cual de inmediato le indiqué sobre la bendición que era tener un hijo, sobre lo especial que me había sentido luego de ello...y que la verdad esperaba me dijera que sí lo era (aún cuando yo ya lo sabía). De inmediato me indicó que con un 99,9999999% de correlación, el pequeño Rafa estaba asociado con mi persona...y que simplemente no había la menor duda que tenía un hijo bello y saludable, que me deseaba lo mejor y que le hacía muy feliz que mi respuesta se daba muy pocas veces, posiblemente 1 de cada 20 veces que lo preguntaba.
Y de ahí en adelante, has sido tú...quien me ha enseñado algunas cosas como:
- Cambiar pañales (en la casa, en la calle y hasta en los aviones)
- Bañarte sólo y jugar con los patos que te encantan
- Jugar como un niño (en donde sea y sin que me importe quien tengo al lado)
- Pensar primero en ti, olvidándome de mi...
- Cambiar mis pocas visitas a las tiendas de tecnología, ropa o de deportes...por las tiendas de niños (de ropa o juguetes)
- Recordar que mi manera de proceder, influye sobre un ser humano que se forma y sobre el cual soy responsable
- Pensar en mis vacaciones y en mi presupuesto de viajes, contemplando el poder verte más tiempo o traerte a tu segundo hogar
- Planificar tanto como pueda, tus estudios y el que tengas las oportunidades que tu padre tuvo, debido a la visión y entrega de tu abuelita
- Paciencia y sabiduría, para poder mantener una buena comunicación tu abuela y tu madre
- A decir te amo y abrazarte...pero de igual manera sabiendo decir las palabras correctas cuando debo llamarte la atención
- A compartir aún más con mi familia, pues cuando llegas a Costa Rica, mi agenda la manejas y está igual amarrada al resto de la familia
- A no aflojar ni echar para atrás, dado que siempre estás conmigo en mi trabajo y en mis días...muchas veces a la distancia, pero tu recuerdo, tus fotos y hasta las llamadas, me hacen ser más fuerte ante todo
- A entender que hay un propósito en tener la bendición de ser tu padre...pues eres la mayor alegría que he tenido
- En aceptar que si bien no supe de ti hasta los 5 meses, espero estar cerca de tu vida y seguir tus pasos...hasta el último día que Dios me regale
Son muchas las bendiciones que he tenido en mi vida y seguramente tengo tanto que agradecer, pero...eres sin lugar a duda la mayor de todas y espero poder seguir siendo el padre que te mereces...ese que te ama y espera que pasen estos 5 días para decirte FELIZ CUMPLEAÑOS mi amor.