Wednesday, December 21, 2005

Cuentos en el paraíso…

Historias de aquel libre y ágil marido, que en fracciones de segundo logra resolver tal cantidad de operaciones matemáticas que una supercomputadora difícilmente podría alcanzarlo…a continuación esta verdadera mente brillante, a la cual si bien es cierto no le harán una película, pues se ha salvado de ser víctima de un un crimen pasional o hasta de salir en La Extra…(escuchados en un café dominical):

Cómo te envidio Milagrito!
Era un viernes como todos los de pago, en los que la famosa colonia Azzaro se le podía oler al hombre hasta en las medias de los pies…y en los que el copete cargado de plastigel, lucía como el de todo buen cazador…listo para desenvainar. Como era costumbre, su secretaria, la cual también trabajaba en el poder judicial, sería su cómplice para ir al más allá…a aquel famoso motel, del cual muchos no recuerdan ni el nombre y en el que curiosamente todos los clientes pagan en efectivo (qué buen negocio). Estando las dos criaturas camino al ring y llegando a la entrada del mismo motel, se topan de frente (y también en auto) con una de las mejores amigas de su esposa, la cual espantada lo mira a los ojos…y sigue su camino. Astutamente el hombre le indica a la dama que tiene un asunto importante que atender, la deja en su casa…y conduce a 90 km/h aún en zona peatonal, para llegar a su casa…
Abre la puerta como todo un tigre y llama a su esposa de inmediato:
“Mi amor, cómo ha estado tu día?”
Ella contesta un poco extrañada…”Bien…no ha pasado nada anormal”.
“Negra, hoy tengo unas ganas terribles de hacerlo…pero en un motel, acá con los niños no es lo mismo…”
“Ay querido, qué lindo detalle….dame 5 minutos y nos vamos…”
El hombre impaciente espera no escuchar el teléfono de su casa…y enciende el auto y empieza a gritar un tanto irritado:
“Mi amor, es para hoy…”
La mujer se pone su mejor tanga (la que semeja la piel de felino salvaje) y sale con una enagua muy provocativa…y el hombre regresa de nuevo a la guarida, pero con otra presa…el resto de la noche, es claro que se puede imaginar….
A la mañana siguiente…7 am, no fue el gallo, ni el lechero, no fueron los evángelicos ni el vendedor de periódicos, fue la desesperada amiga quien despertó a la pareja…de casi recién casados que compartieron en el mismo paraíso y como en sus mejores tiempos…
La amiga inmediatamente pide con la esposa, el hombre tranquilo pasa el teléfono….y empieza el diálogo de la defensora de la mujer:
“Mira Milagrito, tengo que decirte algo muy duro…pero es que somos como hermanas y no te puedo fallar.”
“Tranquila, qué te pasa que me estás asustando…cuéntame de una vez…”
“Es que ayer vi al descarado tu marido con una mujer entrando al motel…”
“Ahhh es eso, tranquila era yo la que iba con él, qué locura, verdad?
“No, Milagrito no puede ser…yo no la vi muy bien, pero creo que no eras tu…”
“Mira mujer, es que fue a mi a quien llevó al motel…”
“No, mi amiga no puede ser…”
“Es más, digamos que no fuera así…si te digo que si era entre las 7.30 y 8.00 pm era yo la que andaba con Carlos…qué me dirías?”
“Pues mira mujer, qué dichosa eres de tener un marido tan cumplidor, el mío ni en la casa….y a ti te llevan al motel, de veras que estás en lo cierto, pues a esa hora iba yo pasando por ahí…”
“Cómo te envidio Milagrito….!!”

Se me cayó el operativo…mi amor!
Y pues viene el mismo agente del OIJ (el famoso Carlitos) con otra víctima ingresando al mismo escenario y no precisamente a repasar el código penal. Al estar poniendo el intermitente para ingresar a las suites, ve al hermano de Milagrito saliendo del motel…y reconoce el auto de inmediato e incluso le pita a Carlitos…y le pega unos gritos:
“Cuñado, cara de barro!”
Carlitos suda por un momento, pensando que de esa no se iba a salir con las suya y pues muy contento sigue con sus planes…pero, antes de ingresar, toma el teléfono…marca el teléfono de su casa y espera paciente…
“Aló, mi amor cómo estas?”
“Bien, por acá haciendo tareas con tus hijos”.
“Mirá negra, pues resulta que hoy teníamos un operativo para capturar a un maniático sexual que ataca en los moteles y pues resulta que el imbécil de tu hermano venía saliendo de ahí mismo y me pitó, me gritó…no te imaginas que verguenza con mi jefe..”
“ Es más lo que pasó es que tu hermano se cagó en un operativo muy importante, vas a tener que decirle que no sea tan ignorante…”
“Si, mi amor yo le digo mañana que tenemos reunión de familia…para que no te cause más problemas…y cuídate mucho.”
“Bueno, nos vemos…a ver qué le hago porque de veras que se me cayó el operativo mi amor…”

Me salió cara la broma…!
Camino a Limón para ver un problema con un asesinato, iba Carlitos con su jefe comentando acerca de un problema que había tenido un par de días atrás…
“Jefe, viera qué cólera lo que me pasó un día de estos con la doña…”
“Y qué te pasó, se puede saber?”
“Claro, tranquilo…resulta que aveces salgo con una amiga que tiene la mala costumbre de dejar los zapatos en el auto”.
“Me imagino que se los quita por el calor de setiembre!”
“Jefe usted sabe cómo es el asunto…”
“El problema es que me fuí con Milagrito (mi esposa) a hacer las compras…y cuando se estaba montando al auto y cierra la puerta, me volteo y veo un par de zapatos en el lugar del acompañante”.
“No puede ser..y qué hiciste, Carlos?”
“Diay, la carajada era deshacerme de ellos..entonces detuve el auto y le pedí a la doña que se fijara si tenía una llanta estallada o algo parecido, pues el auto lo sentía muy raro de ese lado…”
“Buen tiro…”
“Pero ahí no acaba la cosa…cuando saca la cabeza para ver la llanta trasera…de inmediato y con una velocidad increíble, tomo los cachos…y los tiro por la ventana a un potrero que está a unas cuadras de la casa…”
“Pues mejor no podía salirte…”
“No, jefe…todavía no se acaba la historia…”
“Cómo puede ser?”
“Cuando llegamos al MegaSuper, la doña me dice que dónde habrá puesto los zapatos, que se los safó apenas se subió al auto y que si no los he visto???”
Y el resto de la historia es conocido…”me salió cara la broma…”

Thursday, December 08, 2005

El momento

El sonido de esta película varía de acuerdo a la trama que se desarrolla, la luz del sol varía tal como las horas y el baile de la tierra se lo solicitan, el tiempo que nos es dado para desarrollar a este cuerpo en este espacio, igualmente es limitado y tal límite lo vuelve valioso, único e irrepetible. Vivimos un momento que no tiene su doble, un momento que nadie más que nosotros podemos manejar, pues el pasado ya quedó escrito y precisamente las líneas que han escrito hasta este momento…son parte de un pasado que sólo espera ver el siguiente renglón. Si fuera posible conocer el futuro, nuestra vida sería una historia escrita, un libro conocido por todos y precisamente sin ningún interés ni siquiera para nosotros mismos.
Un simple espacio de tu estancia, podría justificar la vida de otra persona…como aquella que ha perdido la vista y la recupera por unos segundos, como aquella que perdió su amor y lo encuentra de nuevo y en otro cuerpo…pero el mismo sentimiento. Un momento en tu vida: tu presente, tu paso a paso, tu amanecer, tu anochecer, tu primer beso, tu boda, tu luna de miel, tu cumpleaños, tu primera experiencia, tu primer examen, tu primer trabajo, aquel primer golpe que te hizo más fuerte, aquella persona que cambió tu vida y aún sigues sin conocerla, aquel extraño que escuchó tus penas en un autobús, aquella anciana que te dio de comer en su humilde casa y te hizo ver las cosas de otra manera, aquella mano amiga que encontraste en carretera y que te ha dejado en la puerta de tu casa…conociendo apenas tu nombre, aquel segundo por el cual llegaste a evitar una colisión, aquel suspiro de un adiós que no sabes cuánto durará, aquel niño que te ha pedido alimento con su cara marcada por la mugre y sus ojos llenos de tristeza, aquel momento en el cual caíste en cuenta de que habías crecido y veías las cosas de otra manera, aquel momento en que la oración te llevó a un lugar en el que nunca habías estado, aquel consejo que en un instante preciso te llevó a tomar una sana decisión, aquella palmada de tu madre que en tu espalda te ha hecho un tatuaje con el calor y amor que has sido tocado…al felicitarte por tu graduación.
Aquel momento en que la lluvia te alcanzó con tal fuerza que te resignaste ante ella y la disfrutaste como cuando eras niño (a), aquel momento es que decidiste el resultado de tu equipo con un lanzamiento y en donde bajaste a todos los santos para ayudarle a conseguir esa anotación, aquel momento en que caminaste hacia ella y te repetías…te irá bien…sólo sé tu mismo y no te equivoques, aquel instante en que las cosas parecían salirse de control, aquella canción con la cual te identificaste y te hizo llorar, reír o acordarte de por quién solías hacer ambas cosas, aquella frase que te encuentras en un libro y que te recuerda el por qué estás en este mundo y te incita a buscar la respuesta en cada uno de tus actos, aquel beso que te hipotecó el corazón y que apenas pudiste sentir por la emoción que te embargaba, aquella noche en que todo era perfecto hasta que dijiste adiós, aquel viaje que nunca olvidarás pues te sacó de la rutina y te hizo vivir experiencias que jamás creíste, tu mismo nacimiento el cual para tu madre fue una dura labor…aquel error que no cometerías de nuevo….todos estos inscritos en un momento de tu vida y con tantos más de los cuales puedes modificar y hacer de estos, una nueva vida, una llena de sentido, de triunfos y fracasos, sí…pero siempre viviendo cada uno de ellos a profundidad y a tu manera…sin afectar la vida de quienes a tu alrededor te desean lo mejor, te quieren y apoyan día a día.
Precisamente estos de los cuales trato de escribir, son los que han ido formando nuestra vida, son los martillazos que hemos recibido de parte de ese escultor que sabe el por qué estamos acá y qué figura necesitamos para tomar de nuevo el timón y remar a puerto seguro…aún cuando el viaje se nos haga más largo. Y si hubiera tomado aquella decisión en aquel momento, estaría mejor que ahora? Posiblemente no lo sepas, pero tampoco sabrás que te espera en la vida si no buscas eso que anhelas, si no luchas y ganas tus batallas de todos los días.
En un momento se nos va la vida, podemos dar la vida por alguien, se puede sentir que tocamos el cielo, podemos cambiar toda nuestra existencia e incluso decidir nuestro futuro…porque de estas piezas de dominó, se compone la vida…y aquellos que manejan estos momentos con grandeza, los llamamos comúnmente héroes…como a nuestra propia madre, como aquella persona que lucha por quienes lo necesitan sin pedir nada a cambio, sin solicitar publicidad y sin jactarse de sus buenas obras…
Los momentos de verdad en nuestra vida, son las intersecciones que tenemos en la ruta hacia nuestro destino…con el único inconveniente que este auto no se detiene y no tiene marcha atrás…por lo cual cada paso es importante, pero nunca decisivo y con convicción en nuestra decisión podemos alcanzar el desarrollo como ser humano.
Cuántos momentos de tu vida son necesarios para darte cuenta que no se repiten, que al igual que los seres humanos somos diferentes, que aún cuando no todos los momentos son agradables, aquellos más duros son los mejores maestros…y que la vida está llena de ellos…al igual que el cielo está lleno de sueños, los cuales podemos alcanzar con sólo levantar nuestra mano con fe y perseverancia…

Cuántos momentos de silencio y lucidez hemos dedicado para reconocer nuestros errores, cuántos momentos de tristeza se necesitan para reconocer que podemos cambiar esa variable de nuestra vida, cuántos momentos de paz son necesarios para aprender a perdonar, amar y decir lo que sentimos al prójimo y a nuestra propia familia…cuántos momentos más necesitas para darte cuenta que la vida se te está yendo a pedazos? Seguramente más de los que necesitaría un animal para comprender que su presa se ha ido y necesita buscar alimento en otro lugar, más de los que requiere el sol para perderse en el horizonte…día a día.
Vive cada uno, incluso este mismo en el cual estás…y no dejes que se te escapen como la bruma entre tus dedos…