Thursday, December 08, 2005

El momento

El sonido de esta película varía de acuerdo a la trama que se desarrolla, la luz del sol varía tal como las horas y el baile de la tierra se lo solicitan, el tiempo que nos es dado para desarrollar a este cuerpo en este espacio, igualmente es limitado y tal límite lo vuelve valioso, único e irrepetible. Vivimos un momento que no tiene su doble, un momento que nadie más que nosotros podemos manejar, pues el pasado ya quedó escrito y precisamente las líneas que han escrito hasta este momento…son parte de un pasado que sólo espera ver el siguiente renglón. Si fuera posible conocer el futuro, nuestra vida sería una historia escrita, un libro conocido por todos y precisamente sin ningún interés ni siquiera para nosotros mismos.
Un simple espacio de tu estancia, podría justificar la vida de otra persona…como aquella que ha perdido la vista y la recupera por unos segundos, como aquella que perdió su amor y lo encuentra de nuevo y en otro cuerpo…pero el mismo sentimiento. Un momento en tu vida: tu presente, tu paso a paso, tu amanecer, tu anochecer, tu primer beso, tu boda, tu luna de miel, tu cumpleaños, tu primera experiencia, tu primer examen, tu primer trabajo, aquel primer golpe que te hizo más fuerte, aquella persona que cambió tu vida y aún sigues sin conocerla, aquel extraño que escuchó tus penas en un autobús, aquella anciana que te dio de comer en su humilde casa y te hizo ver las cosas de otra manera, aquella mano amiga que encontraste en carretera y que te ha dejado en la puerta de tu casa…conociendo apenas tu nombre, aquel segundo por el cual llegaste a evitar una colisión, aquel suspiro de un adiós que no sabes cuánto durará, aquel niño que te ha pedido alimento con su cara marcada por la mugre y sus ojos llenos de tristeza, aquel momento en el cual caíste en cuenta de que habías crecido y veías las cosas de otra manera, aquel momento en que la oración te llevó a un lugar en el que nunca habías estado, aquel consejo que en un instante preciso te llevó a tomar una sana decisión, aquella palmada de tu madre que en tu espalda te ha hecho un tatuaje con el calor y amor que has sido tocado…al felicitarte por tu graduación.
Aquel momento en que la lluvia te alcanzó con tal fuerza que te resignaste ante ella y la disfrutaste como cuando eras niño (a), aquel momento es que decidiste el resultado de tu equipo con un lanzamiento y en donde bajaste a todos los santos para ayudarle a conseguir esa anotación, aquel momento en que caminaste hacia ella y te repetías…te irá bien…sólo sé tu mismo y no te equivoques, aquel instante en que las cosas parecían salirse de control, aquella canción con la cual te identificaste y te hizo llorar, reír o acordarte de por quién solías hacer ambas cosas, aquella frase que te encuentras en un libro y que te recuerda el por qué estás en este mundo y te incita a buscar la respuesta en cada uno de tus actos, aquel beso que te hipotecó el corazón y que apenas pudiste sentir por la emoción que te embargaba, aquella noche en que todo era perfecto hasta que dijiste adiós, aquel viaje que nunca olvidarás pues te sacó de la rutina y te hizo vivir experiencias que jamás creíste, tu mismo nacimiento el cual para tu madre fue una dura labor…aquel error que no cometerías de nuevo….todos estos inscritos en un momento de tu vida y con tantos más de los cuales puedes modificar y hacer de estos, una nueva vida, una llena de sentido, de triunfos y fracasos, sí…pero siempre viviendo cada uno de ellos a profundidad y a tu manera…sin afectar la vida de quienes a tu alrededor te desean lo mejor, te quieren y apoyan día a día.
Precisamente estos de los cuales trato de escribir, son los que han ido formando nuestra vida, son los martillazos que hemos recibido de parte de ese escultor que sabe el por qué estamos acá y qué figura necesitamos para tomar de nuevo el timón y remar a puerto seguro…aún cuando el viaje se nos haga más largo. Y si hubiera tomado aquella decisión en aquel momento, estaría mejor que ahora? Posiblemente no lo sepas, pero tampoco sabrás que te espera en la vida si no buscas eso que anhelas, si no luchas y ganas tus batallas de todos los días.
En un momento se nos va la vida, podemos dar la vida por alguien, se puede sentir que tocamos el cielo, podemos cambiar toda nuestra existencia e incluso decidir nuestro futuro…porque de estas piezas de dominó, se compone la vida…y aquellos que manejan estos momentos con grandeza, los llamamos comúnmente héroes…como a nuestra propia madre, como aquella persona que lucha por quienes lo necesitan sin pedir nada a cambio, sin solicitar publicidad y sin jactarse de sus buenas obras…
Los momentos de verdad en nuestra vida, son las intersecciones que tenemos en la ruta hacia nuestro destino…con el único inconveniente que este auto no se detiene y no tiene marcha atrás…por lo cual cada paso es importante, pero nunca decisivo y con convicción en nuestra decisión podemos alcanzar el desarrollo como ser humano.
Cuántos momentos de tu vida son necesarios para darte cuenta que no se repiten, que al igual que los seres humanos somos diferentes, que aún cuando no todos los momentos son agradables, aquellos más duros son los mejores maestros…y que la vida está llena de ellos…al igual que el cielo está lleno de sueños, los cuales podemos alcanzar con sólo levantar nuestra mano con fe y perseverancia…

Cuántos momentos de silencio y lucidez hemos dedicado para reconocer nuestros errores, cuántos momentos de tristeza se necesitan para reconocer que podemos cambiar esa variable de nuestra vida, cuántos momentos de paz son necesarios para aprender a perdonar, amar y decir lo que sentimos al prójimo y a nuestra propia familia…cuántos momentos más necesitas para darte cuenta que la vida se te está yendo a pedazos? Seguramente más de los que necesitaría un animal para comprender que su presa se ha ido y necesita buscar alimento en otro lugar, más de los que requiere el sol para perderse en el horizonte…día a día.
Vive cada uno, incluso este mismo en el cual estás…y no dejes que se te escapen como la bruma entre tus dedos…

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