Tuesday, October 25, 2005

A mi padre…

En este día frío de octubre, he pasado mayor tiempo a tu lado…del que estuvimos frente a frente en todo el año que termina…y por designios de Aquel que ahora te solicita, no puedes hablarme. Acaso estarás escuchando que te llamo y te digo que vas a estar bien, pues ni siquiera la ciencia puede contestar mi pregunta. Es tan irónica la vida, que hace apenas 2 semanas me llamaste con una extraña excusa para saber cómo estaba…y hoy quisiera ser yo quien te busque y quien te haga tantas preguntas de las cuales en ninguna universidad ni centro de investigación podrían ayudarme a resolver.
Nuestro camino ha sido como el de aquellos comerciantes en el desierto que se encuentran ocasionalmente y que comparten sus vivencias, sin la certeza de volverse a ver o como aquellos amantes que en algún país extraño se entregaron el uno al otro sin saber si existía un futuro. Creo que vivíamos cada momento en el que pasamos juntos y pues si bien es cierto, nuestra relación fue más de amistad (superficial) que la de un padre a un hijo, pues creo que sabes bien que no te guardo ningún rencor, que nunca me he avergonzado de ser tu hijo y que seré el único que lleve tu nombre en este camino por la vida...
Te quiero y más de lo que pude decirte o demostrarte, más de lo que imaginé al estar a tu lado, ver tus canas, ver tus brazos fuertes y tus manos y marcas en tu cuerpo…algunas de las cuales yo mismo adquirí al salir del vientre de mi madre. Ahora es cuando aprecio el valor de cada minuto que estuve a tu lado y que he conocido la respuesta a algunas interrogantes que me golpeaban al pensar el por qué estuviste ausente en tantas fechas importantes, en tantos momentos en que necesitaba tu apoyo.
Pero igualmente entendí que de esa manera estaba escrita mi vida y la tuya…que a tu manera has sido un buen padre y que es una lástima que tanta gente no haya podido apreciar tu inteligencia, tus dones…y en algunos casos sólo recuerden tus errores, los cuales como seres humanos siempre estamos propensos a cometer…
Y los días pasan…y no hay respuesta a mis llamados, algunas lecciones fuertes he aprendido y en la hoja de la vida, los nombres de los verdaderos amigos y personas que me quieren, han empezado a saltar en negrita…y ahora puedo verlos con mayor claridad…
Otra lección que el Señor ha querido dejarme, es el hecho de no gastar ni un minuto de tu vida en cosas pequeñas, en discusiones absurdas y no dejar que se te vaya la vida sin decir lo mucho que amas a quienes están a tu alrededor, a tu familia, a tus hermanos y a todas aquellas personas que en cada paso de tu vida están por alguna razón…incluso mis hermanos del trabajo con quienes comparto tantas horas en mi vida.
Aunque te parezca absurdo padre mío, tu enfermedad me ha enseñado a ser una mejor persona…y creo que en toda tu vida estuviste dándome el ejemplo de lo que en algunos casos no quería para mi vida o mis hijos…y en otros momentos creo que fuiste lo que esperaba cualquier pequeño que recibe a su padre cada 6 ó 9 meses.
En cierta manera, eres el culpable de mi posición con respecto del alcohol (que tanto daño hace a la familia), la fidelidad y el respeto por algunas normas de la sociedad…y hoy luego de tanto tiempo, te agradezco a ti y a Dios el que hayan hecho posible verlo de esta manera, aún cuando en mi niñez nunca pude verlo…y es que la vida es la mejor maestra…
Esta tarde pude ver la fuerza que tienes, las marcas que el tiempo te ha dejado en el rostro e incluso las venas que el origen de la raza negra te ha marcado…y las cuales me recuerdan de donde vengo…eres la mezcla de 2 mundos y creo que al quedarte en el medio ambos bandos te trataron con mayor severidad y en tu mente te fue difícil superar esos traumas de la niñez y en cierta medida el determinismo que te llevó a muchos caminos oscuros por tratar de alcanzar lo que en tu niñez te parecía imposible y que con dinero, creías que ibas a conseguir. No te culpo mi viejo por tus yerros, eres el reflejo de tu infancia, de tu adolescencia un poco superficial y de tantas pruebas que en tu consciencia has tenido por este camino.
Sabes, tu legado queda acá y seguirá puesto que por tu sangre y la de mi madre hemos llegado y en Dios esperamos que aún cuando no estés acá para verlos, algún día allá o donde sea que estés sepas que eres abuelo y que tus nietos sabrán muchas cosas de tu vida y posiblemente todas las positivas, pues son muchas y más de lo que te imaginas…mi viejo zorro. Tal y como tu primera y única esposa nos enseño toda la vida, tienes como todos los seres humanos tu forma de ser y nunca se empeño en que conociéramos tu talón de Aquiles, por el contrario al salir en alguna conversación tu vida o alguna de tus hazañas, ella se encargaba de dejar eso a un lado y resaltar alguna de tus virtudes…y es que de veras que supiste escoger a la mejor mujer de este mundo para ser nuestra madre y por esta decisión, te estaré agradecido hasta el fin de mi existencia…esa es y será siempre tu verdadero acto de amor por nosotros…y dondequiera que el señor te tenga en este momento, te lo agradezco de corazón…mi amigo…

2 comments:

tirasdepapel said...

Como te había dicho antes, lloré la primera vez que lo leí y no dejo de sentir vértigo en mi espalda así lo lea cientos de veces, porque sé lo que es perder a un ser amido comprendo el contenido del texto, y porque sé que lo amaste como a nadie, lo entiendo mejor...
Ellos están donde Dios los necesita... no aquí, no donde sufren!!!
Un beso Gigante!

Lucrecia said...

Gerardo:
Leí esta entrada y me conmoví por muchas razones. Una, porque también sé lo que es perder a un ser querido, no puedo imaginarme lo que se debe sentir perder a un padre. La segunda, porque me has hecho pensar en mi hija de 3 años...me pregunto que pensará ella cuando tenga tu edad...de las decisiones que hemos tomado su padre y yo. Me pregunto como estas decisiones...la definirán como persona y me pregunto también si sabrá valorar nuestras virtudes y comprender el porque de nuestros errores.