Saturday, February 02, 2008

Panajachel


Al llegar a Guatemala no tenía aún idea si la agenda que llevaba me dejaría escaparme del ajetreo diario y poder de esta manera conocer un pedazo más de ese bello país. Aún cuando no creía que fuera posible y fue un poco tarde, pero salimos para Panajachel con el único objetivo de pasarla bien y disfrutar del fin de semana.

Luego de algunas horas de buena música, una mejor charla y una compañía que se desearía cualquiera...llegamos. Al empezar a bajar se podía apreciar que Dios empezó por ese mismo lugar a pintar Guatemala con historia, sentimiento y una mezcla de culturas, que ameritaba conocerlo desde el primer día que tuve la bendición de conocer ese bello país.

Los recuerdos, tradiciones e incluso los hombres vistiendo una especie de falda pequeña por encima del pantalón me llamaron la atención y me invitaron a sentirme como en casa, en un lugar donde las apariencias no importan ni de dónde vienes o lo que haces...

Pana, mismo lugar donde conocimos almas bellas y libres como una mariposa que bailaban alrededor de un lago impresionante y que como todos los asistentes, teníamos cicatrices de batallas pasadas. El lago es vigilado por 3 gigantes que si bien en este momento no fuman, podrían de un día para otro fumarse un purito con semillas, que podría causar estragos en los pueblos que los rodean y que tienen nombres de santos: San Antonio Palopó, San Lucas Tolimán, Santiago Atitlán, San Pedro La Laguna, San Juan La Laguna, Santa Clara La Laguna, San Pablo La Laguna, San Marcos La Laguna, Santa Cruz La Laguna, San Jorge La Laguna y Santa Catarina Palopó. Al preguntar a un local acerca del por qué de los nombres, si los habían cambiado recientemente, me dijo tajantemente: "No...siempre se han llamado así."

La noche cayó luego de una tarde mágica en el Sunset donde algunas historias, unas cervezas y el mágico atardecer sobre el lago, cerraban un día corto pero bien saboreado...uno que no quieres que acabe, pero que ante la belleza imponente que refleja el lago...te sientes obligado a dejar que la tierra siga su camino.

Una pizza del Circus empezó a matizar el frío rico de Pana, luego un bailongo con toda la turba que se agrupó al ritmo de lo que sonara y, para terminar música y algunos tragos de más, acompañados de una inmejorable rueda de amigos del Moi y del famoso Pitufo, que nos adoptaron y nos hicieron sentir en casa.

El regreso no podía ser tan alegre, pues cuando dejas un pedazo de tu corazón, de tu alma y de tu vida en algún lugar y en gente especial que conoces, no te vas del todo completo...pero sí con la convicción de que debes regresar a Pana y que volverás pronto...porque en verdad posiblemente aún no has salido de allí.

1 comment:

melissa said...

QUE BIEN, GERA ME ALEGRA MUCHISIMO DE VERDAD QUE LA ESTES PASANDO DE LO MEJOR Y QUE ESTES DISFRUTANDO EN COMPAÑIA DE AMISTADES QUE TE HAGAN SENTIR COMO EN CASA, Y COMO DICEN EL QUE QUIERE AMIGOS HA DE MOSTRARSE AMIGO Y A TI ESO NO TE CUESTA ASI QUE DISFRUTA AL MAXIMO.

UN ABRAZO A LA DISTANCIA.
CUIDATE MUCHO.