Tuesday, October 11, 2005

Quienquieraqueseas@hotmail.com

¿Dónde vives? ¿que historia tienes, ¿por quién lloras?, ¿quién te hace vibrar? Seguramente nunca te conoceré personalmente, seguramente nunca veré tu verdadera foto…porque aquella que me enviaste, sí es la que te has tomado, pero no es la que vives día a día con la gente de la calle, con tu familia, con la persona que pasa a tu lado…con aquella persona que te saluda en la mañana en tu barrio, en tu trabajo, en el gimnasio, en la iglesia.
He llegado a ti por un medio cada día más usual, por una nueva manera de llegar a lugares que no imaginaste…he llegado a ti por alguna razón que de momento desconozco. Cómo es posible que confíes tu vida y experiencias tan personales a este desconocido, cómo es posible que sepa historias tuyas que ni tu familia conoce, cómo es posible que te llame amiga y no haya tenido la oportunidad de darte un beso en la mejilla y saludarte con un fuerte abrazo...
Hay mucha soledad en el mundo y no es precisamente donde tú vives o donde yo me encuentro, esta enfermedad está por todas partes y la cura la encuentras ya no con el médico brujo o el sicólogo de la familia, sino con alguna persona de la cual sabes su nombre o su apellido, con poca suerte seguro conoces su apodo, pero que te parece tan familiar, tan cercano…que tienes el coraje o la determinación de abrir el libro de tu vida (al menos algunas páginas de él) para que pueda ingresar a leerlo, para que lea tu mente y lo que se encuentra escrito en las paredes de tu corazón…
Hoy te leí por una ventana más pequeña que la palma de mi mano, hoy te escuché por breves instantes, mientras comparaba ese sonido contra el que se hallaba en mi disco duro, hoy te sentí un poco más cerca, casi justo a mi lado…pero sigo sin ver tu rostro de cerca, sigo sin poder reconocer tu olor particular, la suavidad de tu piel e incluso la fragancia que te tiene el privilegio de estar sobre tí.
En algún momento de estos días que han de venir, tendré la oportunidad de encontrarte, tendré la oportunidad de escribirte, tendré la oportunidad de saber un poco más de tí, que a miles de kilómetros has podido sacar unos minutos, horas o hasta fracciones del día para sentarte frente a un computador, poner tus sueños a un lado, al otro lado, tus sentimientos y en tu mano…la sinceridad y la valentía para que pueda conocer sobre tu vida, tus temores, tus triunfos y sobre todo, que me ofreces tu amistad, a cambio de momentos…a cambio de letras que aparecen en un chat, a cambio de fotos que viajan por medio de un correo electrónico, a cambio de sentimientos que llegan a tí para ser decodificados, para ser tomados y almacenados como un pequeño tesoro que permite que conozcas más de quien te escribe. Y sabes, ya estás acá más cerca de mí, ya estás en mis pensamientos, ya has ingresado a mi vida, seguramente por otro camino del que pude conocer a alguien en la calle, por otro camino del que pude ubicar a alguien en el supermercado, seguramente por uno más pequeño, pero que día a día se hace más grande y creo que más sincero…un camino lleno de cables, un camino lleno de luz, un camino que no me importa recorrer mientras estés al otro lado…y me permitas estar al otro lado, en el otro carril…
Que no puedes escribir tan rápido como puedes hablar o que no puedes decir todo lo que quisieras, pues tus dedos no te permiten ir tan rápido? Pero aún con todas estas limitaciones que se puedan tener, la voluntad del espíritu es muy grande y por ella es posible que pase más información y humanidad, que por muchos cables de fibra óptica que permiten a personas encontrarse, para luego darse cuenta que no importa de dónde hayas salido o cuál haya sido tu vida, de dónde provengas, con quién has compartido tu vida o qué historias amargas o dulces te hayan llenado el canasto de tu vida, lo importante es que has aparecido, que un correo electrónico te ha llevado a conocerme…y que ahora que estás acá, le doy gracias a Dios por ciertas creaciones…amiga mía.

1 comment:

tirasdepapel said...

Sólo te puedo decir una cosa...
QUÉ ENVIDIA!