Perfección…

Y esperas a la persona perfecta, no a aquella que te ama…no a aquella que daría su sangre por tí, nunca a aquella que crees no te merece…
Y esperas aún cuando ante tus ojos puedes ubicar a esa tu mitad que siempre te ha deseado, que siempre te ha amado y aún cuando el saberlo te provoca un cierto conformismo que te dice que no hay un reto o una ardua lucha, sino una batalla que ya ha sido ganada…lo que no sabes es que realmente has ganado!
Y esperas y en el proceso recorres muchos caminos, tropiezas incontables veces y esa mano que te levanta…no la puedes ver, te parece invisible, te parece algo común, siendo extraordinariamente simple y hermosa.
Y esperas más de lo que tu mente puede concebir, más de lo que tu corazón podría amar y no sabes que lo perfecto no está determinado para nosotros los mortales, que ello está asociado a Aquel a quien pedimos ayuda cuando estamos solos o Aquel con el que hablamos y nos sentimos sus amigos.
Perfección, bella palabra…pero más lejos de aquella llamada amor…que esta galaxia de muchas otras. Es todo un sueño con el cual convertimos a ese pareja “perfecta” en todo una estrella y posiblemente a la verdadera…en una simple cenicienta a quien no le permitimos convertirse en princesa. Podría ser un detalle el que usemos como excusa para no tomarla en cuenta, podría ser nuestra limitada inteligencia emocional o esas ansias de carnívoros que quieren sentirse héroes y vencedores de una lucha que posiblemente no tenga buenos frutos en un largo plazo.
Cada amor es como una huella digital, como un ojo, como una persona…como el mismo Creador, único…y esto provoca el que sea difícil o muy delicado referirse a uno ajeno a aquellos dos, dueños de su destino, pero sin propiedad en el corazón del que tienen en frente…pues si bien pueden hipotecarlo y casi hacerlo propio, en temas de dos, no hay nada escrito y lo que hoy es algo hermoso, mañana podria pasar a ser simplemente historia o un pequeño camino en el cual tomamos un atajo que nos trajo muchas alegrías y posiblemente algunas otras espinas en las cuales con pies descalzos salimos lastimados…
Pero las cicatrices llegan y casi puedes seguir caminando sin notar aquello que te pasó..posiblemente alguna piedra te recuerde el viejo camino, pero ahora estás en uno nuevo, ahora incluso te has puesto un par de zapatos….los cuales te ayudan a lastimarte menos, pero de igual forma no te permiten apreciar el suave césped por el cual algunas veces caminas…el cual no es perfecto, pero sí te llena de vida y de buenas vibraciones, de buena salud, tanto física como mental…y te recuerda que eres tan frágil como el mismo suelo que pisas.
Olvida la perfección en temas del corazón, pues de ella no podrás jamás aprender, pues ella no existe y tal ciencia ficción te puede llevar a dejar a un lado a lo que es real, lo que es verdadero, lo que provoca cambios en tu cuerpo, lo que provoca notas, flores, besos expontáneos y el dar más de lo que tienes a alguien que sí te merece, sí te aprecia, sí te quiere y posiblemente esté más cerca de tu propia perfección de lo que tú lo estás ahora de un fantasma que podria desaparecer con una leve brisa y que tratas de hacerlo (a) tuyo (a)…sin nunca haberle mirado a los ojos…sin esos lentes viejos de la ambición, el interés o el mismo orgullo…o las ganas de impresionar a tus amigos o tus enemigos, sin saber que pierdes lo que realmente importa…lo que ninguna máquina puede aún hacer…lo cual es el verdadero sentimiento del amor (que por sí sólo tiene vida) y que no nace por regalos, intereses, conformismos o simples deseos…
Perfecto, sólo hay Alguien en esta vida y no lo eres…ni lo serás, así que mira con cuidado no sea que tu miopía te impida verlo con claridad…y se alejen las mariposas…