A escasas horas de terminar el Día Internacional de la Mujer...en Occidente...
Muchas de ellas estarán aún luchando por alimentar a sus hijos...
Como esa mujer que encontré en la gasolinera el día de hoy y que con su niña en brazos pedía ayuda para llevarla al hospital...
Algunas otras estarán empezando a trabajar, con la seguridad que les otorga el saber que de ellas dependen el resto de miembros de la familia que deben atender y jugar ese papel múltiple que Dios les ha permitido realizar. Como mi madre, que lo ha realizado desde que tengo uso de razón...y que será siempre la persona modelo en mi vida.
Otras salen adelante con sus trabajos y sus estudios, evitando de esta manera ser objeto de hombres machistas que desean tener a una hermosa dama encarcelada y sin acceso a tener sus propios medios. Esos tiempos quedaron atrás y ahora tenemos el ejemplo de lucha, entrega, disciplina y constancia cada día más en las empresas...adicionando el área derecha del cerebro a las decisiones que se toman.
Algunas mueren solas en la cama de un hospital o en una asilo de ancianos, olvidadas por aquellos a quienes trajeron a este mundo. Deberíamos de aprender al menos un poco de oriente, en donde con la edad se gana mayor respeto y se considera sabiduría cada vuelta a este mundo.
Muchas trabajan la tierra con sus manos maltratadas, pero su belleza intacta...con su cuerpo curtido por el sol, pero su ternura a flor de piel. Es que hay tanta belleza en su humanidad, que no hay marca ni cambio - ya sea por el tiempo o por algún evento o suceso - que pueda cambiarla.
Mujeres, la razón de vivir, lo mejor que tiene este lugar llamado Tierra y esa bendición que Dios nos ha regalado para vivir con pasión, emoción, sentimiento y sobre todo amor, del más grande que existe y que hoy quisiera recordar con algunas palabras...
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