Cuando eres dueño de tu tiempo, te das cuenta que salir de la jaula no es tan fácil como parece. Empiezas a sentir que cada momento se adapta para que seas simplemente tu y que puedas hacer lo que estaba planeado en algún lugar...aquel del cual aún no tienes noción. Cuando tienes libertad para escoger qué hacer con tus 8-10 horas del día o incluso las 24 que tienes por delante, entiendes que un animal que pasa preso por tanto tiempo, preso del trabajo, presiones, de la costumbre y de sus sentimientos, le es difícil luego caminar...aún cuando esté libre, sigue percibiendo como si los barrotes siguieran ahí.
Cuando eres tan libre como un águila, comparas tu vida tal con un reloj de arena, esa misma que pasa a través de un pequeño espacio...e incluso un segundo, ya es algo que se ha ido y no volverá.
Adicionalmente, si este tiempo transcurre en un país lejano, un país donde encuentras nuevos amigos, un país en donde aún muere gente inocente por la explosión de bombas, un país que tiene tanta vida, tanta pasión, tanta belleza, tanta fuerza para luchar contra los demonios que lo han tenido preso por varias décadas; es cuando comprendes que el tiempo es muy valioso y que no sabes por cuánto te dejarán salir de la jaula. Es precisamente cuando captas que debes hacer lo que te llena, que si sobrevive un ave, un mamífero y hasta un mendigo en la calle, Dios no te va a abandonar, tu familia tampoco lo hará y precisamente haciendo lo que te llena es como aprovecharás más tu tiempo, ese que hoy compartes, ese que es tuyo y Dios te ha dado para que elijas cómo sentirte pleno, completo...
La vida es tan sólo un suspiro del tiempo, tómalo y hazlo tuyo, hazlo propio...que nadie lo hará por ti.
2 comments:
Interesante lo que comentas, estoy plenamente convencida de que definitivamente la vida hay que disfrutarla y vivirla al máximo HOY, de lo único que me he arrepentido es de lo que no hice, más nunca de lo que he hecho. Hay que amar hoy, no mañana y aún con ese convencimiento que tengo tatuado con sangre en la frente igual es difícil muchas veces liberarse completamente de esas ataduras que son mentales.
Estamos de acuerdo, no quisiera llegar a algún momento de mi vida en que pueda decir, qué hubiera pasado de haber hecho esto...? Ese tipo de dudas no sólo no las quisiera tener, sino que creo que hay que ir por la vida buscando respuestas, probando, cometiendo errores que nos recuerden lo humanos que somos, pero sobre todo disfrutar del camino que Dios nos ha puesto para transitar.
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