Wednesday, August 02, 2006

Mateo...


Con una cara angelical, pasea frente a la entrada de Monserrate, llega para entretener a niños y jóvenes o incluso aquellos que nunca tuvimos la oportunidad de ver uno de su tipo. Tiene apenas 21 años, lo cual equivale a la mitad de su camino en este mundo y nació a unos cuantos metros de donde se ubica. Posa atento y dócil para aquellos a quienes nos maravilla su presencia, su singular cuerpo y sobre todo la belleza que inspiran sus grandes ojos. Dicen que su madre era una hermosa peruana que estuvo de paseo por Bogotá, lugar en donde alguna aventura a 2,800 metros fue la culpable de traernos su compañía. Cada quince días le dan un buen baño y parece que apenas ayer se lo hubieran dado...pues tiene un olor a Andes, un olor a tierras altas, un olor a hierba fresca de la cual se alimenta.
Se puede apreciar que su dueño lo cuida tanto como le es posible, pues es su fuente de alimento y además su mascota, casi su compañero en las jornadas de trabajo. Podría decir sin lugar a dudas que Mateo sabe lo importante que es mantenerse quieto, tranquilo, además que su porte y lo fotogénico que es, crean un ambiente propicio para acercarse a tocarlo, a acariciarlo pues tiene la inocencia de un niño.
Me tomo algunas fotos con Mateo y comprendo que nunca dejan de sorprenderme las maravillas que la naturaleza ha puesto a nuestro servicio, es triste que no les demos el mejor uso y existan tantos abusos hacia tantas variedades que embellecen nuestro planeta. Acaso es tan difícil vivir en armonía, aprovechar las fortalezas de nuestros amigos y por otro lado, respetarlos y saber que al igual que todo ser viviente, tiene derecho a un trato justo y brindarles cariño, ya sea al cuidarlos o bien a darles el espacio que necesitan para que su especie sobreviva.
Una llama es mi amigo Mateo y percibí más sentimiento en él que en muchos seres humanos que he conocido. Él responde al llamado de su dueño, cuando muchas personas ni siquiera devuelven un simple saludo...

1 comment:

Lorena Alvarez said...

yo quiero una foto de Gerardo y Mateo! Me dio mucha ternura que escribieras sobre Mateo y no sobre las colombianas...! Igual espero más de estos sabrosos y entretenidos comentarios del viaje a Colombia.