¿Te has comportado alguna vez como uno de estos galanes? Este pequeño pájaro que diseña su propia casa y la llena de colores de frutos e incluso alas de escarabajos para atraer a la dama de sus sueños…
Este pequeño animal que vive en una isla muy remota, tiene incluso un estilo propio en cuanto a los colores que les gusta y mantienen su propia morada, que no es un nido, sino más bien una casa para el amor, de manera impacable, incluso si una hoja cae cerca de su entrada…la remueve inmediatamente. Has hecho esto con la relación con la persona a quien amas…limpias cada día todo lo que pueda ir ensuciando tu vida, tu comunicación con tu pareja? Sabes al menos distinguir los colores que le llaman la atención, lo que le gusta, lo que no le gusta de tu comportamiento o de tus hábitos, lo que has hecho bien alguna vez y la ha impresionado de manera positiva?
Será acaso que este pequeña ave puede darnos clases de amor, conquista? Será acaso que aún cuando no es un ave impresionante, como el pavo real o el ave del paraíso, puede hacernos ver que la belleza no está en sus plumas, pero sí en su dedicación y esmero para encontrar y cuidar a su pareja? Cuántos jardineros (hombres o mujeres) vemos día a día, los cuales en muchas situaciones son tildados de payasos, ridículos o más aún…estúpidos, por querer dar todo lo que está a su alcance por hacer feliz y dar más allá de lo que parece humanamente posible, pues han encontrado las perlas de su vida, el oro de alma…el tesoro de su corazón? Cuántos hemos caído en el error de señalarlos, como si fueran personas de otro mundo, siendo más humanos y sensibles de lo que en promedio vemos día a día…en este mundo de promedios, de personas que caminan igual, visten igual y sienten poco o nada (siempre de manera similar).
Necesitamos más jardineros de ambos géneros, necesitamos más amor en este planeta, necesitamos mayor cuidado por los detalles y se necesita mayor humanidad para querer, apreciar, cuidar y mantener…a esa persona que siempre hemos buscado, a ese complemento que te alegra el día, te levanta si caes, te llena el día de colores y te pinta cada mañana con el pincel de la superación, te forma con el torno de la belleza interna y te acaricia con el más suave y delicado tacto.
Es tan difícil imitar el sentimiento (hasta podemos llamarlo sentido común) de este animalito? Es tan difícil demostrar los sentimientos sin caer en lo absurdo, en lo trivial, en lo monótono, en la rutina…si lo es, repara tu alma y corazón, para que puedas seguir entendiendo cómo se recorre este camino hacia el amor, pero no juegues con todos los pájaros que te aparecen, pues a él podría no interesarle más tu olor o tu caminar, pues su jardín está limpio y listo, para quien quiera apreciarlo y sobre todo cuidarlo…
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