Friday, March 03, 2006

Silencio...

Has podido escuchar el silencio que en tu habitación está reinando…similar al silencio de la lluvia en los primeros días de setiembre, el silencio que muchas veces no podemos encontrar en momentos de ira, de soledad, de festejo…pues para sentirlo es necesario contener un poco la respiración y nuestros pensamientos y dejarnos llevar por ese duende.
Has sentido la paz que encuentras la conversar contigo o con El, dejarte llevar por los sonidos más simples, ya sean sonidos creados por la naturaleza o los mismos que en la ciudad te pueden ya sonar familiares, pero sin intervención de la radio, TV y de los mismos seres humanos que viven contigo o junto a ti. Has escuchado la voz de tu propio corazón pidiendo atención, cual niño que se orina en su cama pues sus padres están a punto del divorcio y ya no consiguen reunir a la familia y mucho menos dedicar el tiempo para jugar con su descendencia. Tal como aquella mascota que trae su juguete preferido para que su amo la tire tan largo como sea posible y seguir con ese juego…y este ni siquiera se inmuta al verlo ladrar pidiendo tan sólo unos minutos.
Posiblemente en tu corta o larga existencia has tenido que recurrir a estos momentos para resolver alguna situación que te aqueja, para lograr dar un consejo a un amigo o para simplemente abandonarte a tu ira, llanto o alegría…pero alguna vez lo has hecho como aquella oración que sientes debes realizar para obtener ese mar de paz?
Alguna vez has dedicado dentro de tu semana tan sólo unos minutos a tu salud mental, espiritual o si quieres religiosa?
Una mente sana se refleja en un cuerpo sano…en una cara tranquila en una persona que se ve segura, llena de armonía y en quien tu alma te indica puedes confiar. Incluso un elemento tan simple como lo pueden ser las manos de una persona, podrían decirte tantas cosas de ella, que teniendo conciencia de ello…podrías mirar un poco más a tu alrededor.
El tiempo en exceso que tenga una persona para el ocio, difícilmente es tomado para la reflexión, para planear o incluso para llevar a cabo algún proyecto personal o laboral, normalmente esta oportunidad que se tiene para jugar de ingeniero en tu vida, presenta tantas opciones en forma desordenadas, que pocos pueden encontrar la clave para ordenarlas y terminan por gastarlo de no muy buena forma.
Silencio pide aquel orador que ve su público impaciente ante su escaso contenido, no así aquel preso al cual sólo una pequeña rata lo saca de su monótona existencia por un error que como ser humano, está propenso a cometer…pero que dentro de las normas de la sociedad está fuera de lugar e incluso sus hijos pagarán por éste.
Silencio pide aquel profesor al cual las clases por correspondencia no le fueron bien explicadas o por el contrario, al cual en su carrera casi perfecta en la universidad…no le explicaron que la inteligencia emocional no se compra con los libros ni devorándolos hasta la saciedad.
Silencio pide aquel patrono que no sabiendo motivar a sus empleados, utiliza estrategias tan obsoletas que ni en la revolución industrial hubieran tenido cabida.
Silencio es lo que en este momento me ha indicado que si quieres algo o alguien, debes seguir luchando por conseguirlo(a), pero sin forzar las cosas e incluso apartándote de ellas para saber lo que significa su ausencia.
Silencio es aquel amigo que te indica que si algo no ha podido llegar a ti, será porque así estaba determinado y que no es algo que tú sólo puedes cambiar, más bien obedece a un baile de 2 seres que necesitan ciertas notas para tal ritual.
Silencio es la música que te llega desde el fondo de tu ser sin poder ser percibida por ser alguno más que aquel que la siente, la disfruta…la hace propia y en su corazón se dibujan las notas de la melodía más hermosa, del río más limpio, del árbol más frondoso…el que produce sombra y alimento para tu alma.
Silencio es aquel que rompí al querer tener en mis labios el sabor de tu piel, de aquel amanecer que llegó para alumbrar los días, de aquella sonrisa que te hace estremecer…
Silencio es aquel que te llama a gritos, pues necesita tu presencia, pues anhela tu compañía, pues recuerda tu olor, tus ojos y sobre todo el color de tus acciones y el sabor de tu amor por los demás…lo cual si sucediera me haría caer rendido, pero ganando la batalla contra mi corazón, contra mis temores y esperando darte lo mejor de éste que en silencio te dice dónde estás…?

2 comments:

ratona said...

Es mejor el silencio que las palabras sobrantes. Prefiero el silencio que dice tantas cosas, solo en silencio se comprende mejor la vida.
El silencio nos evita verguenzas.

Pero no puedo estar ahora en silencio, lo que escribes me hace hablar para decirte que me encanta.

Gerardo Duran (gerardoduran25@hotmail.com) said...

"Ratona" o como tus padres te hayan nombrado al nacer, en este sábado por la mañana...y totalmente en silencio en mi hogar, has hecho que se pinte en mis labios una sonrisa...

Mi cuerpo ha roto su silencio y se debe a tu comentario, el cual agradezco de corazón...y de manera sincera.

Aveces parece como que ciertas personas que ubicas por estos caminos, si abren sus sentimientos de manera sincera, podrían estar a tu lado...en silencio.